Los Inhibidores de la Enzima Convertidora de Angiotensina (IECA), son un grupo de fármacos comerciales que en la actualidad son altamente solicitados por pacientes en edad adulta. Puesto, que la función principal de este consiste en disminuir la presión arterial ya que mejora la presión en los vasos sanguíneos. Sin embargo, es importante resaltar que el cuerpo humano produce de manera natural Enzimas de Angiotensina; mejor conocida como Angiotensina II.
Esta enzima es producida en ciertos órganos vitales, como lo son: Pulmones, Hígado y Riñones. Pero, en este último, gracias a múltiples estudios de la ciencia se ha podido evidenciar mayor aparición de dicha enzima. De manera que, su presencia regula la función cardiovascular y renal y, responde a los nervios simpáticos renales. Es por esto que, su excesiva presencia ocasiona una contrición en los diferentes vasos sanguíneos, mejor conocidos como venas, arterias y capilares.
En este sentido, los pacientes con esta patología adquirida constantemente están expuestos a contracción de dichos vasos, impidiendo la correcta circulación de la sangre. De manera que, su flujo se ve afectado y la presión aumenta considerablemente causando consigo alteraciones en el ritmo cardiaco. Por consiguiente, de no emplear un tratamiento constante pueden ocurrir ataques cardiacos fulminantes, parálisis facial, derrame cerebral y entre muchas otras afecciones que podrán ocasionar la muerte.
Los IECA, como su nombre lo dicen se encargan de abstener, o bien, retraer la Enzima Convertidor de Angiotensina que libera nuestro organismo excesivamente. Sin embargo, no fue hasta el año 1956 donde el doctor Leonard Skeggs logro explicar la participación de esta enzima en el proceso de la regulación sanguínea sentando las bases para el futuro estudio de estos fármacos tan importantes y solicitados hoy en día.
Descubrimiento
En el año 1970 el farmacólogo Sergio Ferreira tras muchos años de estudio halla en el veneno de la víbora jararacá un compuesto químico. Siendo este, capaz de impedir el efecto de la Angiotensina en el cuerpo humano. De manera que, este compuesto se conoce como el péptido y, aunque es efectivo al contrarrestar la enzima posee otros efectos inestables en el organismo. Por lo cual, se inician nuevas investigaciones para conseguir mejores tratamientos que se adapten a las funciones necesarias.
Por consiguiente, en este año (1970) fue descubierta la composición y comportamiento de dos compuestos químicos inestables para el organismo. Pero, que actúan como inhibidores de la enzima Angiotensina; gracias a esto en el año 1974 la empresa farmacéutica Squibb. Entonces, crea el primer tratamiento químico Inhibidor de la enzima angiotensina utilizado hasta el día de hoy llamado Captopril. En este sentido, este fue el primer fármaco de este tipo aplicado en tratamientos para personas con problemas de circulación de la sangre.
Dos años después, se desarrolló un segundo fármaco de efecto inhibidor de esta enzima llamada enalapril. Posteriormente, en los años 90 se desarrolla una segunda generación de fármacos IECA con los objetivos de minimizar efectos secundarios y aumentar el uso terapéutico de los mismos. Disminuyendo, a su vez, el costo de los mismos se crean los fármacos o tratamientos inhibidores, mejor conocidos como: linsinopril y ramipril.
Medicamentos de los IECA
En la actualidad existen muchos fármacos inhibidores de la enzima angiotensina, cualquiera podría serles recetado pero, esto dependerá de su salud. En otras palabras, existen diferentes fármacos que son capaces de convertir la enzima angiotensina, así como inhibirla, pero ya esto dependerá de su condición de salud, síntomas o presión en la sangre que presente.
Algunos de estos inhibidores de esta enzima son:
- Captopril.
- Enalapril.
- Ramipril.
- Linsinopril.
- Benazepril.
- Fosinopril.
- Moexipril.
- Perindopril.
- Quinapril.
- Trandolapril.
Debe recordase que este tipo de tratamientos no solo se utiliza en casos donde la persona presente problemas de hipertensión. También, se utilizan para otros tratamientos de síntomas como: insuficiencia cardiaca, diabetes, enfermedades renales crónicas, ataques cardiacos, esclerodermia, migrañas, enfermedades de las arterias coronarias.
Generalmente, el médico tratante le recetara este medicamento tras una revisión de sus historiales de presión en la sangre para asegurarse que sea el apropiado y, no presente reacción al medicamento. Sin embargo, estos medicamentos puedan causar ciertos efectos secundarios como: Tos seca, hipercalcemia, fatiga, disminución de la presión arterial, jaquecas y perdidas del sentido del gusto.
Si usted presenta alguno de los síntomas antes mencionadas. Por consiguiente, es recomendable acudir a su médico tratante para que evalué su condición y pueda cambiar el tratamiento de manera preventiva. En este sentido, estos fármacos pueden ser perjudicial para mujeres embarazadas; en caso de tener planes de embarazo durante y posea entre sus indicaciones algún tratamiento IECA. Por consiguiente, debe acudir a su médico para cambiar el método de supervisión de la presión en la sangre.
Mecanismo de acción IECA
Como ya sabemos los fármacos IECA son inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, pero para conocer su mecanismo de función y por qué son tan importantes primero debemos saber qué hace esta enzima.
La ECA o enzima convertidora de angiotensina es la encargada de sintetizar la hormona decapeptida conocida como angiotensina I en una hormona Octapeptida llamada angiotensina II. Esta, se genera en la superficie del endotelio pulmonar y renal, así mismo, causando el aumento en la actividad simpática, reabsorción de potación, retención de líquidos, flujo activo de sodio, vaso constricción arteriola causando a su vez un incremento en la presión arterial, entre otros.
En este sentido, los inhibidores de dicha enzima catalizadora causa un reducción de nivel de angiotensina dos en los receptores de angiotensina AT1 y AT2. De esta manera, reduce el tono vascular, disminuye la presión en la sangre, tanto sistólica como diastólica. A su vez, inhibe la eliminación de bradiquinina provocando la acumulación de esta hormona vaso dilatadora y, conlleva a reducción de secreción de aldosterona hormona que permite la retención de sodio y potasio de la glándula suprarrenal.
De este modo, regula el nivel de agua en la sangre y mantiene estable la presión sanguínea, aunque se piensa que esta hormona (angiotensina) es producida en otros tejidos como el corazón.
Este mecanismo es indispensable para el buen funcionamiento de la sangre en nuestro cuerpo. Puesto que, implementar estos comprimidos como parte del tratamiento de liberación excesiva de la enzima de angiotensina II, no solo mejora la presión en la sangre sino que también mejoraría la calidad de vida pacientes con este padecimiento.